El Puerto de Vega compitió con orgullo en la primera ronda de la Copa del Rey 2025‑26, cayendo 0-2 frente al Celta de Vigo, pero fue la rueda de prensa posterior la que acaparó los focos. Su entrenador, Javi Prendes, aprovechó el momento para lanzar una rotunda crítica al sistema del fútbol español, asegurando que los ascensos profesionales se deciden más por “quien conoce a un presidente” que por los méritos deportivos.
Prendes arrancó valorando el rendimiento de su equipo y su encuentro ante un rival de superior categoría. Pero rápidamente cambió de registro:
“Aquí, en este puto país, entrena quien conoce a un presidente; por méritos propios nadie asciende y se tenía que ascender por méritos propios.”
“Si voy a un puticlub a la una de la mañana y firmo un contrato, ahí sí te dan la oportunidad. El que salga y conozca a cualquiera, entrena.”
El técnico apuntó al hecho de que, incluso actuando con brillantez —como en la primera mitad del partido—, sigue sin ver que esa actuación le abra las puertas a categorías superiores:
“Estoy seguro de que por mucho que haga yo o suba el Puerto de Vega no me llama nadie. Así nos va… proletariado, trabajadores.”
En su intervención hizo también una comparación metafórica sobre la capacidad competitiva de su equipo frente al Celta:
“Siendo un bote de remos, competimos contra un trasatlántico.”
Y añadió con ironía respecto a las instalaciones y diferencias de nivel:
“¿Cuántas luces habrá en Vigo este año en Navidades? Pues en Puerto de Vega habrá dos o tres.”
Desde el punto de vista deportivo, Prendes reconoció que su plantilla dio una imagen muy digna y que sintió orgullo por lo que consiguió en el terreno de juego: «El trabajo fue sensacional…, hicimos feliz a mucha gente. Fue un día histórico con unos primeros 45 minutos excepcionales. El objetivo era no defraudar, que no nos metieran diez».
La rueda de prensa se transformó en un auténtico manifiesto sobre la meritocracia en el fútbol español, lanzado desde una sala de prensa que pocas veces ve declaraciones tan directas. Prendes dio protagonismo a lo que considera una injusticia: la dificultad para ascender o para acceder a oportunidades simplemente por méritos propios, sin depender de redes de influencias.
En cuanto al impacto que puede tener esta explosiva toma de posición, es probable que genere debate más allá del ámbito local. Para el Puerto de Vega, club modesto, lo ocurrido es un altavoz de su trabajo y de su dignidad frente a un rival de mayor categoría. Y para Prendes, es una reivindicación pública que puede suponer tanto apoyo como críticas, según quien la valore.
De cara al público aficionado asturiano y al fútbol regional, lo sucedido puede servir como estímulo para poner sobre la mesa cuestiones estructurales: ¿están las trayectorias de entrenadores y equipos de nivel modesto realmente valoradas? ¿O siguen primando los contactos y las conexiones? Javi Prendes lo dice sin ambages.
El Puerto de Vega ya mira hacia la próxima fase con la cabeza alta, y su entrenador lo hace con voz propia.
Y, en sus propias palabras: «Digo lo que siento y lo que veo. Estamos en un país democrático y cada uno se puede expresar… A ver si tenéis cojones a ponerlo para todo el mundo».
