Jornada histórica para el Real Oviedo este domingo al celebrar su regreso a Primera División 24 años después. Más de 20 mil aficionados inundaron las calles de la ciudad para festejar el ascenso. El momento más emotivo Santi Cazorla, capitán y referente del equipo, quien a sus 40 años ha sido clave en la gesta. «Nos sentíamos en deuda», dijo, dedicando el ascenso a la afición y destacando el carácter familiar del vestuario. «El objetivo es que esta ciudad esté donde se merece, con los grandes de la Liga Española», subrayó entre aplausos. También intervino el entrenador, Veljko Paunovic, quien vivió el descenso del Oviedo en 2001 como jugador. Emocionado, agradeció la oportunidad de devolver la alegría a la afición: «Esto ha sido mi familia todos los días». Por su parte, el presidente Martín Peláez definió el día como un sueño hecho realidad y recalcó: «Somos una verdadera familia», reconociendo el papel fundamental del Grupo Pachuca y la hinchada en esta hazaña.