Oviedo | 30 de mayo de 2025
La huelga indefinida convocada en el sector educativo en Asturias vive hoy un nuevo capítulo de tensión tras una reunión fallida entre el Gobierno del Principado y las organizaciones sindicales. A pesar de que la Consejería de Educación ha presentado una propuesta con una inversión anunciada de 14,4 millones de euros, el conflicto está lejos de resolverse. La comunidad educativa la considera insuficiente, tardía y, sobre todo, impuesta sin un verdadero proceso de negociación.
La consejera Lydia Espina, en el centro de las críticas, vuelve a ser señalada por su incapacidad para liderar con diálogo y empatía un conflicto que arrastra meses de desencuentros. Lejos de apaciguar los ánimos, su actitud ha sido percibida como autoritaria y prepotente por gran parte del profesorado y los representantes sindicales, que denuncian una “simulación de negociación” sin voluntad real de atender las demandas estructurales del sistema educativo público asturiano.
La propuesta del Gobierno incluye un incremento salarial para el profesorado, medidas de refuerzo para la atención a la diversidad, compensaciones por bajas de larga duración y la asunción de la gestión económica de los centros unipersonales por parte de la Consejería. Sin embargo, las medidas son vistas como parches insuficientes, sin impacto real en los problemas de fondo que arrastra la escuela pública: la sobrecarga de trabajo, la falta de personal, la precarización de determinadas etapas educativas y la creciente burocratización.
“Esto no es una solución, es una tomadura de pelo”, denuncian desde las mesas sindicales. A ello se suma ahora el malestar del personal de los ciclos de 0 a 3 años, que se ha unido a las protestas al considerar que sus reivindicaciones han sido directamente ignoradas por el Ejecutivo asturiano.
La escalada de movilizaciones se mantiene con más fuerza que nunca. Aulas vacías y sindicatos propiciando la huelga indefinida, manifestaciones en las calles de Oviedo y Gijón y un sentimiento creciente de abandono por parte de una administración que, en palabras de numerosos docentes, “no escucha, no negocia y pretende imponer medidas como si el sistema educativo fuera de su exclusiva propiedad”.
Los sindicatos exigen un cambio de actitud urgente y reclaman una interlocución directa con el presidente del Principado, Adrián Barbón, ante la “incapacidad manifiesta” de la consejera para conducir este conflicto. “La escuela pública no se defiende desde el despacho, se defiende en los centros, escuchando a quien la sostiene cada día”, aseguran fuentes del profesorado.
Con la huelga indefinida en marcha y el malestar creciendo en todos los niveles educativos, el Gobierno se enfrenta a una crisis educativa que no se resolverá con anuncios publicitarios ni promesas de última hora. La comunidad educativa exige respeto, soluciones reales y, sobre todo, una Consejería dispuesta a dialogar. El próximo paso, si tomamos como referente el último conflicto laboral al que se enfrentó este gobierno, será la intervención redentora de la Vicepresidenta del Gobierno Gimena Llamedo para conceder la totalidad de las demandas y poner fin al conflicto para poco después proceder al posible relevo de una inoperante Lydia Espina.
