El Ayuntamiento de Avilés pone en marcha, gracias a los fondos europeos, la restauración de la fuente de los Caños de San Francisco y los servicios de seguimiento arqueológico, así como la redacción de memorias de la restauración. La restauración de la fuente de los Caños de San Francisco se enmarca en el interés del equipo de gobierno por la recuperación y puesta en valor del patrimonio artístico y cultural de la ciudad, a la vez que se da respuesta a una demanda social que solicita la mejora de estos rincones históricos, como se hizo con los Canapés, se ha hecho recientemente con la fuente de los Caños de Rivero, donde se recuperó el sistema hidráulico y la fuente volvió a manar, o en las obras que están en marcha para la recuperación de la muralla medieval. Todo ello aprovechando los fondos europeos. La fuente de los Caños de San Francisco está dentro del Conjunto Histórico de Avilés declarado Conjunto Histórico Artístico y considerado Bien de Interés Cultural (BIC). Como elemento singular, la fuente está incluida en el Inventario Arquitectónico del Principado de Asturias y en Plan Especial de Protección del Patrimonio Cultural y Catálogo Urbanístico de Avilés como Elemento en Espacio Urbano, con nivel de protección Integral, niveles de protección que implican que cualquier tipo de actuación llevada a cabo ha de ser supervisada por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Consejería de Cultura, Política Llingüística y Turismo del Principado de Asturias. Este organismo, a través de la Comisión Permanente del Consejo de Patrimonio Cultural del Principado de Asturias informó favorablemente la intervención que ahora se inicia. La intervención ha sido adjudicada la empresa CASTRUM RESTAURACION Y GESTIÓN CULTURAL, S.L. un contrato menor por importe de 35.083,95 euros (IVA incluido). Se trata de una actuación que está cofinanciada con fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ‘Next Generation’ (PRT Turismo sostenible en destino). La de CASTRUM fue la mejor oferta en relación calidad precio de las tres que se solicitaron desde el Consistorio. La actuación fue explicada a los medios esta mañana a pie de fuente por el concejal de Obras y Servicios Urbanos, Pelayo García, y por la restauradora de CASTRUM Noelia Fernández. «Es una apuesta decidida que tenemos desde el gobierno por la recuperación del patrimonio histórico. Comenzábamos con los fondos FEDER con Los Canapés, luego la fuente de Ribero y ahora en los Caños de San Francisco. Al final se trata de recuperar el patrimonio histórico y en este caso que en la fuente de los Caños de San Francisco vuelva a manar agua, que es una demanda además vecinal de hace tiempo y que en estos momentos estamos en condiciones de poder dar cumplimiento», declaró Pelayo García que fechó el inicio de las obra para después de las fiestas de San Agustín. El objetivo de esta intervención, en la que las obras durarán dos meses, es paliar el deterioro de la fuente originado por el paso del tiempo y proteger el patrimonio cultural e histórico de Avilés.
Las actuaciones planteadas en el proyecto para la intervención en la fuente son:
• Por parte del equipo de restauración
1. Eliminación de la vegetación y la colonización biogénica presentes en la fuente.
2. Toma de muestras para el análisis petrológico del soporte pétreo y morteros de la fuente necesarios para la formulación de los morteros de restauración.
3. Realización de catas de limpieza para la elección del sistema o sistemas de limpieza más idóneos.
4. Limpieza de la suciedad superficial y costras generadas por la colonización biológica y la deposición de partículas polutivas ambientales.
5. Eliminación y sustitución de los morteros degradados de la fuente.
6. Reintegración volumétrica de elementos pétreos.
7. Protección de elementos metálicos.
8. Hidrofugación de los elementos pétreos.
9. Redacción de la Memoria final descriptiva e interpretativa de los resultados obtenidos en la intervención, que incluirá un reportaje fotográfico y los mapas de alteración.
• Por parte del equipo arqueológico
1. Apertura de un sondeo de valoración arqueológica de 2 x 1,5 metros.
2. Seguimiento arqueológico, control y supervisión los trabajos de apertura de la zanja para la renovación de la tubería de saneamiento y de la ejecución de la nueva arqueta de saneamiento que conecta con la red ya existente.
3. Lectura estratigráfica muraria de los paramentos de la fuente siguiendo los procedimientos establecidos por la Arqueología de la Arquitectura.
4. Levantamiento fotogramétrico de la fuente.
5. Redacción de una Memoria final descriptiva e interpretativa de los resultados obtenidos en la intervención, e interpretación histórico-arqueológica de estructuras documentadas. Incluye el tratamiento de la representación gráfica de las estructuras localizadas en soporte digital de dibujo vectorial, reportaje fotográfico y fichas descriptivas de Unidades Estratigráficas Murarias y Constructivas.
En los Caños de San Francisco nos encontramos ante una “fuente de pared”, articulada frontalmente por un muro de sillería en el que se encastraban las 6 cabezas antropomorfas con sus correspondientes caños de bronce -perdidos-, siguiendo el modelo de fuente parietal diseñado a finales del siglo XVI por Gonzalo de la Bárcena (Heredia 2019). Entre las cabezas y justo por debajo del escudo de la Corona se localiza un séptimo surtidor decorado con palmetas.
En el monumento en el centro del muro se localiza el escudo de la monarquía, y por encima de las cabezas sendos escudos del ayuntamiento, poniendo de manifiesto quienes habían sido los promotores de la obra (Heredia 2019). El escudo de Felipe II de la fuente es un escudo cortado y con las “quinas” portuguesas, por lo que tiene que ser posterior a 1581 (Tessier 1991).
La fuente no solo suponía una evidente mejora como infraestructura hidráulica, sino que por su diseño y esmerada ejecución constituía también un elemento ornamental para una villa que por entonces (siglos XVI-XVII) se estaba expandiendo extramuros.
La fuente se compone de dos elementos constructivos principales. Por un lado, el muro trasero, y por otro la pileta adelantada. Dicho muro presenta fábrica de cantería con sillares de gran tamaño dispuestos en hiladas regulares, y está enmarcado en sus laterales por dos discretas pilastras. El remate superior del muro presenta una cornisa moldurada que sobrevuela unos 20 cm.
En 2010, se llevó a cabo una restauración de la fuente debido al estado de conservación de la misma y al deterioro de los escudos.
Reseña histórica
Existe consenso entre los historiadores para encuadrar la construcción de la fuente de Los Caños de san Francisco en la última década del siglo XVI. Entre 1593 y 1594 se habría construido este monumento renacentista que sirve de infraestructura hidráulica que abastecía de agua potable a la población urbana avilesina.
El abastecimiento de agua a través de una canal abierta no garantizaba unas condiciones de salubridad adecuadas, y en el último tercio del siglo XVI se plantea la construcción de una nueva acometida mediante tubería enroscada, al calor de las nuevas políticas de mejora de las infraestructuras urbanas que se impusieron durante el gobierno de Felipe II. Parece ser que el inicio de las obras se retrasó hasta 1592, cuando resultaban ya imperativas. Por entonces la antigua canalización debía de presentar numerosas fugas, así como las fuentes preexistentes.
Según C. Heredia (2019) se habían contratado en 1592 los servicios del maestro fontanero Gonzalo de la Bárcena para proyectar la traída de aguas de Valparaíso, disponiendo el trazado, el arca mayor, las arquetas menores, y las tuberías de barro cocido. En Avilés se proyectó un acueducto subterráneo que aprovechaba la pendiente natural del terreno desde el manantial. La conducción atravesaba la Campa de Galiana hasta el convento de San Francisco y la antigua calle de “La Canal” (hoy Calle San Francisco).
“La traída de aguas fue acometida en dos fases: la primera, concluida en 1596, y que haría llegar el agua desde el manantial hasta las fuentes de los Caños de San Francisco y San Nicolás; y la segunda, concluida en 1605, retomando desde este último punto la canalización y conduciendo el agua hasta el barrio de Sabugo, donde se ubicaría la fuente de los caños el mismo nombre” (Heredia 2019).
En 1867 el Ayuntamiento nombra una comisión para regularizar el terreno de la “Campa de San Francisco”, y será por entonces cuando se cambie la ubicación de la fuente, acercándola tanto a la iglesia del convento como al lateral del anejo palacio de Ferrera.
Al poco de terminar en Avilés los enfrentamientos de la Guerra Civil se realizan algunas reparaciones en el entorno de la fuente. En concreto, el 18 de noviembre de 1938, y “en virtud ya de acuerdo municipal, se procederá muy en breve a la desaparición del seto existente en la calle de José A. Primo de Rivera, habiendo el proyecto de pavimentar este trozo y reparar los “caños” de San Francisco” (Diario Región, 18 de noviembre de 1938).
Al año siguiente, concretamente el 10 de junio de 1939 tenía lugar al pie de los Caños de San Francisco el acto de inauguración de la nueva acometida de aguas de la ciudad, tal y como quedó recogido en los medios de prensa de la época: “a las cinco de la tarde de este día, tuvo lugar en los caños de San Francisco el acto simbólico de inaugurar la traída de aguas de la Fervencia.